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A vida o muerte
(A Matter of Life and Death)
Directores y guión: Michael Powell y Emeric Pressburger
/ Productores: Michael Powell y Emeric Pressburger para
The Archers / J. Arthur Rank Films
/ Fotografía: Jack Cardiff
/ Música: Allan Gray
/ Efectos especiales: Douglas Woolsey, Henry Harris, Percy Day
/ Montaje: Reginald Mills
/ Diseño de producción: Alfred Junge
/ Intérpretes: David Niven (Peter D. Carter), Roger Livesey
(Doctor Frank Reeves), Raymond Massey (Abraham Farlan), Kim Hunter (June),
Robert Coote (Bob Trubshaw), Marius Goring, Kathleen Byron, Robert Atkins,
Edwin Max, Abraham Sofaer, Richard Attenborough, Bonar Colleano Jr., Joan
Maude, Lois Maxwell, Wendy Thompson ...
/ Nacionalidad y año: RU 1946
/ Duración y datos técnicos: 104 min.
Color-B/N.
SINOPSIS
Durante una misión en la Segunda Guerra
Mundial, un piloto sufre un accidente de aviación y muere, yendo
a parar al cielo. Una vez allí, se perciben ciertas incorrecciones
en el proceso de selección, por lo cual se le permite regresar a
la Tierra durante un tiempo para vivir una historia de amor...
COMENTARIO
Aún siendo, con toda evidencia, un título
menor de ese grandioso realizador que fue Michael Powell -en este caso
en su etapa de unión con Emeric Pressburger- no cabe la menor duda
que A vida o muerte es una película de una prodigiosa labor
estética, con un trabajo visual tan espléndido que ruboriza,
por contraste, comparar con la mayoría del cine que actualmente
se realiza. El sentido dramático de las luces y las sombras, el
significado narrativo de un encuadre utilizado por encima de cualquier
otro, es un tipo de lenguaje cinematográfico que hoy se ha perdido
en beneficio de la concisión que ha originado el depurado lenguaje
televisivo y que ha propiciado la pereza intelectual del espectador medio
actual, incapaz de aceptar algo más complejo que el plano de situación
y la composición de plano/contraplano para una escena de diálogo.
Así pues, A vida o muerte es toda una lección de cómo
narrar visualmente una historia,
en especial por esa espléndida imaginería que distingue las
escenas rodadas en el cielo -con un brillantísimo blanco y negro-
y las que tienen lugar en la tierra -con un esplendoroso technicolor-,
por obra y gracia de ese gran técnico que fue Jack Cardiff. Conviene
resaltar, por otro lado, la magistral labor del diseño de producción,
debido a Alfred Junge, con un fascinante diseño de decorados en
lo concerniente al otro mundo, donde resalta una escalera imposible
de infinitos peldaños, aparente obra de un Dalí o un Escher.
El fallo de la película estriba en que
en esta ocasión, el genial autor de El fotógrafo del pánico
(Peeping Tom, 1960) se dejó conducir a optar por el mensaje,
un mensaje a todas luces
trasnochado y por una estructura argumental tópica y previsible
y que incurre lastimosamente en los terrenos de la cursilería.
El duelo dialéctico que se establece hacia el final de la película
entre acusador y defensor es de una trivialidad e ingenuidad portensosas,
e invalida el valor de una película que si no hubiese optado tanto
por decir grandes cosas y se hubiese quedado en una simple y sencilla
historia de amor sobrenatural, hubiera devenido en una obra maestra de
este maravilloso subgénero. De este modo, lo conseguido es una
mera
buena película, lastrada por su primitiva inocencia ideológica.
Algo, por otro lado, que no es moco de pavo, dada la simplonería
intelectual del cine contemporáneo que nos invade.
ANECDOTARIO
*
La película
se estrenó en Estados Unidos con el título de Stairway
To Heaven, por el cual es citada en muchas fuentes
*
En el Festival de Cine
de Bodil de 1948 ganó el premio al mejor film europeo
*
En la versión
americana se censuró el plano del chico desnudo en la playa
BIBLIOGRAFÍA
*
A Matter
Of Life And Death / por Eric Warman / London: World Film Publications,
1946. [Edición privada sin ISBN].
Carlos Díaz Maroto
(Madrid. España)
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